¿Has pensado que el ciclo de tu comunicación es similar al de muchos árboles frutales?

Un ecosistema que debe alcanzar un equilibrio perfecto para proporcionar los mejores frutos.

Te queremos explicar muy brevemente el por qué, y ofrecerte algunas sencillas herramientas para que puedas diagnosticar y solventar las disfunciones más importantes que dificultan el proceso.

¿Empezamos?

Elige cualquier parte del árbol

1. Raíz 2. Tronco 3. Ramas 4. Hojas 5. Frutos
< Partes del árbol Raiz

1. La raíz

Sin raíz no existe el manzano; y si es pobre, el árbol no termina de prender en la tierra, o lo hace de un manera muy endeble. Es tanto el origen, como el medio para crecer y afianzarse, tomando los nutrientes necesarios.

En la Comunicación, la raíz es aquello que nos afianza en un terreno a través de nuestra autenticidad y nuestro valor diferencial.

Diagnostica los problemas más importantes:

Poca raíz Mucha raíz

Problemas:
- Los atributos y valores son poco consistentes.
- Nos cuesta aportar una utilidad o valor diferencial.
- No conectamos con los nutrientes que ofrece el terreno.

Oportunidades:
- Aunque no tengamos del todo claro nuestros atributos y valores, el propio ciclo de la comunicación nos aporta las herramientas para detectarlos.
- Debemos poner sobre la mesa aquello que nos hace útiles, necesarios, y puede que incluso únicos.
- Hay que abonar el terreno donde se nutren nuestras raíces; que es el de las necesidades e inquietudes del público al que buscamos.

Ver árbol
(con poca raíz)

Problemas:
- Se gasta toda la energía creciendo por el subsuelo de manera torpe y sin control. Se puede deber a la ausencia de una personalidad definida, que hace que nos bifurquemos en mil direcciones estériles, sin llegar a consolidar ningún territorio.

Oportunidades:
- Nuestro público no espera que le resolvamos toda su vida, le basta con que seamos un árbol que termine dando algún fruto, que nuestra comunicación sume en algún territorio concreto.

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(con mucha raíz)
< Partes del árbol Tronco

2. El tronco

El tronco no es muy vistoso; pero convierte la energía que viene de la raiz en una estructura sólida donde las hojas y los frutos se impulsan para adquirir su máximo esplendor.

El tronco en la Comunicación es el armazón de coherencia y credibilidad que permite que los mensajes que emanan de nuestro raíz lleguen a crecer.

Diagnostica los problemas más importantes:

Tronco flaco Tronco muy grueso

Problemas:
El tronco básicamente es la coherencia racional de los mensajes.
Un tronco flaco es un mensaje incoherente y poco creíble, desconectado de la raíz que le alimenta. Lo que contamos tiene poco que ver con lo que hacemos o lo representamos para la gente.

Oportunidades:
- Hacer mensajes coherentes y creíbles es el mejor trampolin que cabe imaginar para que nuestra comunicación avance sin nada que la pueda frenar.
- Quizás el tronco débil es solo la expresión de un raíz que nos incomoda ya que la consideramos pobre, y pretendemos disimularla tras una vistosa hojarasca. Con frecuencia subestimamos la fuerza de nuestras raíces; pero basta con elegir aquellas que son realmente auténticas para que nuestro tronco adquiera vigor.

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(con tronco flaco)

Problemas:
Un tronco muy grande acapara una energía que necesitan las ramas, las hojas, y por supuesto, los frutos. Es centrar nuestro mensaje en la coherencia racional, en unos mensajes que son muy lógicos y sólidos, pero que no despegan. En definitiva, es tener razón, pero ponerse muy pesado.

Oportunidades:
La harina es imprescindible para hacer una pizza. Pero comer la harina sola sería una auténtica tortura. La coherencia y la credibilidad no enamoran por si solas, por mucho que insistamos, aunque son imprescindibles para tener posibilidades de enamorar.

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(con tronco muy grueso)
< Partes del árbol Ramas

3. Ramas

El tronco se bifurca en distintas ramas que ofrecen la agilidad suficiente como para acercarse a los beneficios imprescindibles que ofrece el sol.

En la comunicación, las ramas son todos los canales que utilizamos para difundir nuestro mensaje. Partiendo del mismo tronco, cada uno busca al público allí donde está

Diagnostica los problemas más importantes:

Hay pocas ramas Hay exceso de ramas

Problemas:
Un manzano con pocas ramas, ni resulta muy vistoso ni termina dando muchos frutos. Podemos tener una buen raíz y un tronco vigoroso, pero si no abrimos los canales de comunicación necesarios, estaremos dejando pasar una gran oportunidad.

Oportunidades:
Según la naturaleza de nuestro comunicación, y el público al que buscamos, debemos activar todos los canales que sumen a la hora de lograr nuestros objetivos.

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(con pocas ramas)

Problemas:
Un manzano plagado de ramas es feo e ineficiente. Las ramas inútiles, antes de secarse, roban la energía de las ramas necesarias. El exceso de canales, sin criterio, hará que los mensajes no lleguen, o que lleguen de forma ineficiente, o que aburran por saturación.

Oportunidades:
La comunicación será más saludable si mantenemos nuestro manzano está bien podado. Concentrando las energías en los canales que nos acercan de un modo eficiente a nuestro público.

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(con muchas ramas)
< Partes del árbol Las hojas

4. Las hojas

Las hojas, que son el receptor directo de la energía del sol, aportan vitalidad; pero también originalidad y vistosidad.

En comunicación, las hojas son el aspecto final que adquieren nuestros mensajes. La creatividad nos ayuda a dar vistosidad a estas hojas, y la emoción aporta el impulso necesario para que se acerquen a nuestro sol (el público)

Diagnostica los problemas más importantes:

Hay pocas hojas Hay demasiadas hojas

Problemas:
Un manzano sin hojas, ni es capaz de captar la energía que necesita para producir flores y más tarde frutos, ni llega a resultar nunca vistoso.
Sin emoción ni creatividad, tanto en la forma como en el fondo del mensaje, no podemos llegar a conectar con la energía que necesitamos del público.

Oportunidades:
Nuestro mensaje debe elevarse, no puede quedarse en lo ordinario e irrelevante. Comunicar es sorprender aportando algún tipo de valor.

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(con pocas hojas)

Problemas:
El exceso de hojas invade el manzano sin control; pueden romperse las ramas por sobrepeso y tampoco quedará energía para que se desarrollen los frutos

Nuestros mensajes pueden ser artificios estériles. Meros fogonazos estéticos o emocionales, que como mucho puede alimentar el fuego efímero del ego, pero incapaces de ofrecer frutos tangibles.

Oportunidades:
La creatividad y la emoción son herramientas al servicio de las inquietudes del público. Mucho más que nuestras emociones, son las emociones que despertamos en los demás.

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(con demasiadas hojas)
< Partes del árbol Frutos

5. Los frutos

La manzana es el culmen del proceso, el alimento y el placer que nos acaba entregando el árbol. Además, contiene en su interior la nueva semilla, el círculo que se cierra y se regenera.

En comunicación siempre buscamos frutos; pueden ser de distintos tipos y naturaleza, pero necesitamos que nos alimente, y además, que se retroalimente a si misma.

Diagnostica los problemas más importantes:

No hay frutos Nos los "roban"

Problemas:
La manzana es el final de un ciclo, y a la vez el comienzo del siguiente. Es el éxito del proceso y la explicación a su falta hay que buscarla en el resto del árbol; una raíz pobre, un tronco inconsistente, una ramas escasas,...

Oportunidades:
La comunicación debe desarrollarse de modo integral. El éxito del ciclo se basa en el equilibrio de este ecosistema donde participan los objetivos, los valores, los productos, el público, los medios, el presupuesto, la estrategia…absolutamente todo.

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(sin frutos)

Problemas:
A veces los frutos se pudren en el árbol, o se los comen los pájaros o los roba algún espabilado. Nuestro árbol ha sido exitoso, pero han faltado las herramientas adecuadas para recolectar y aprovechar los frutos.

Oportunidades:
Es necesario definir muy bien cada objetivo y establecer el modo de medir los avances y el éxito, para saber cuando llegan nuestro frutos y como podemos recogerlos y aprovecharlos. Y debemos aprovechar los mecanismos que retroalimentan nuestro ciclo comunicativo; las semillas.

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(con frutos desaprovechados)