El Laboratorio es un prototipo de juego que nos sirve para plantear cualquier comunicación como un viaje emocional, con independencia del lenguaje, soporte o formato.
Su origen es el Manifiesto y Tabla Periódica de las Emociones, un contenido que creamos en 2014 y que se ha descargado y compartido decenas de miles de veces. Dos editoriales lo han incluido en sus libros de ESO y nos hemos llevado la bonita sorpresa de encontrarnos con sicólogos que a partir del PDF han improvisado una pequeña herramienta para usar en sus consultas. Es un documento sencillo, básico, del que siempre nos ha sorprendido gratamente su aceptación, intuimos que puede deberse a la necesidad de recursos que profundicen en esa relación indisoluble entre la comunicación y la emoción. Tiene poco sentido considerar a la emoción como un mero atributo de la comunicación, cuando realmente está en su epicentro. Incluso la comunicación provocada por un algoritmo, el buscador de Google o una máquina de vending, nos provoca interés, sorpresa, frustración, indiferencia…
La emoción es energía
Una energía que puede fluir despacio, acelerarse, calmarse, intensificarse; pero nunca se quedará quieta. La comunicación fracasa por dos motivos: por no conectar ni provocar emociones que resuenen en los interlocutores, en definitiva, por no salir del espectro emotivo de la indiferencia, el tedio, incluso el hartazgo. Y también fracasa al generar cortocircuitos por tocar el “cable equivocado”. Igual pretendemos desencadenar alegría, pero no acertamos con el momento, el lugar, o al leer las inquietudes de las personas a las que nos dirigimos.
El laboratorio nos sitúa en un escenario donde la comunicación, del tipo que sea; una campaña, un vídeo, una presentación, una conversación… se plantea como un trayecto emocional. Los recursos del juego ayudan a visualizar ese flujo de energía y a plantear cuales son las palabras, mensajes y medios necesarios para que se transforme en aquello que nos gustaría.
Toda comunicación es un diálogo emocional
Para sumarnos al diálogo primero tenemos que entender de lo que se está hablando, luego plantear lo que diremos nosotros, y asumir que esto a su vez provocará nuevas emociones.
Aún más importante que la emoción que queremos desencadenar, es el estado emocional desde el que se reciben nuestros mensajes. Si alguien está enfadado con nosotros, recibirá lo que le digamos desde ese estado, ignorarlo comprometerá nuestras posibilidades. Del mismo modo, cada emoción tiene sus características. Suele ser una pésima idea intentar conectar con una emoción intensa e íntima, como la frustración, haciendo demasiado ruido. Con frecuencia no se aprovecha la sorpresa, una emoción de tránsito que aparece inesperadamente y que necesita ofrecer sin demora el horizonte de otra emoción para no desembocar en indiferencia, incluso decepción. La típica «cosa bonita» que pasa al olvido en segundos. Usar emociones de tránsito como emociones finales, es poner un palo en las ruedas, aunque el palo sea bonito.
El Laboratorio de las Emociones nos ayuda a avanzar en este fascinante viaje dando la vuelta a la tortilla. Normalmente pensamos lo que queremos decir, le damos forma, y al transmitirlo vemos como el mensaje impacta en el estado emocional que existe en quien nos escucha y a su vez genera nuevas emociones. El Laboratorio lo que plantea en primer lugar son los estados emocionales en los que queremos hacernos presentes, el origen, para a partir de ahí diseñar un viaje hacia el horizonte emocional que queremos lograr. Una vez que tenemos ese itenerario es cuando creamos los mensajes y formatos que nos parecen más adecuados para que se materialice. Por así decirlo, podemos fabricar un buen barco y salir a la mar a ver que nos encontramos. O podemos intentar primero entender ese mar, sus profundidades, sus corrientes, para luego construir el barco que creemos mejor puede surcarlo.
Desde 2018 hemos utilizado este prototipo, en sus distintas evoluciones, en ámbitos variados, eso nos ha dado bagaje e inputs suficientes como para plantearnos finalmente hacer una herramienta que queremos poner a vuestra disposición para final de año. El Laboratorio profundiza y se especializa en aspectos que también están presenten en nuestros otros juegos: SpotLight, Mapping y Storytelling The Game.
