En las redes sociales, y otros ámbitos de la comunicación, con frecuencia hay manchones de tinta, cosas feas que algunos dejan al escribir. Una tentación inmediata suele ser limpiarlos con nuestras propias manos. Pero conviene recordar, que al intentarlo, aparte de emborronarlo aún más, corremos el serio riesgo de que nuestras manos también terminen manchadas. Los manchones no son bonitos, pero lo más efectivo, en muchos casos, creo que es dejar que simplemente se sequen.