Normalmente, usamos el papel para contar cosas y exponer ideas. Aunque, un papel, también sirve para fabricar un barco usando nuestras manos. Y, ese barco, en el contexto adecuado, puede expresar ideas y emociones de un modo rico y preciso. Dar forma a las ideas, aunque sea de modo básico, las hace más entendibles, compartibles e inspiradoras. En definitiva, las ayuda a crecer, para que puedan defenderse por si solas, sin necesidad de nuestras explicaciones.