En internet hay infinidad de imágenes con la etiqueta “viento de cara” (face wind), todas ellas expresivas. Pero hay muchas menos, y confusas, con la etiqueta “viento de cola” (tall wind). El viento de cara es fácil de reconocer y representar, metafóricamente se asocia a las dificultades que enfrentamos en la vida. El viento de cola, en cambio, solo se siente si es fortísimo, por eso nos parece normal o neutro. El fenómeno se llama “adaptación a lo positivo”
Las empresas expresan fácil y detalladamente las adversidades que tienen que superar a la hora de transmitir sus mensajes. Pero cuesta más desvelar lo que de manera espontánea, casi orgánica, las diferencia para bien. Y, sin embargo, ese sutil viento de cola, es el que configura retratos auténticos, creíbles, y puede que hasta necesarios.